julio 01, 2009

Sin derechos volvemos a perder nuestras vidas y la libertad

Hace algunos días en la localidad de Aconquija, provincia de Catamarca, María Isabel, una joven de 20 años, intentó interrumpir un embarazo no deseado. Luego de ser internada de urgencia por las incesantes hemorragias que sufrió luego de parir en el baño de su casa, la justicia la acusó de homicidio agravado por el vínculo. En la misma localidad Johana Arias de 18 años, moría en el hospital tras padecer una infección generalizada luego de intentar abortar un embarazo no deseado y como María terminó pariendo sola llegando a un igual desenlace.

Esta justicia de los poderosos, los gobiernos y los funcionarios de turno quieren condenar a Maria Isabel de la misma forma que lo hizo con Romina Tejerina, por ser mujer, joven y pobre. Con total hipocresía intentan ocultar que las mujeres pobres bajo estos gobiernos ya estamos condenadas a morir producto de los abortos clandestinos, como pasó con Johana y como pasa con las 500 mujeres que mueren al año, en Argentina por abortos clandestinos.


Nada dicen los medios ni los funcionarios judiciales y políticos de los padecimientos y extremas condiciones de vida de miles de “trabajadoras golondrinas” que, como María Isabel, sobreviven cada día bajo el calendario que imponen los empresarios del campo, con el único derecho a ser superexplotadas para llegar a pagar, por lo menos, el alquiler de la precaria vivienda en la que fue encontrada, agonizando. En Jujuy, por ejemplo, las mujeres somos la mayoría de las que trabajamos en negro o como empleadas domésticas, las que trabajamos con planes sociales durante años como las porteras de las escuelas que vienen reclamando su pase a planta a lo que el gobierno sólo responde con su desalojo violento y detención como si fueran delincuentes.
“Es cierto (…) que es una chica pobre que ha vivido situaciones muy difíciles y en soledad. De todos modos, la ley me marca que la tengo que acusar por homicidio calificado por el vínculo”, señaló a Página 12, la fiscal Martha Graciela Nieva sobre el tema. Un verdadero acto de hipocresía por parte de quienes, al mismo tiempo que nos imponen terribles condiciones laborales que nos impiden -cuando queremos- ejercer plenamente nuestra maternidad, nos niegan nuestro derecho a no morir por aborto clandestino cuando no podemos, o no queremos, ser madres.

Catamarca ha superado la media anual de “mortalidad materna” del país, con 46 muertes de mujeres gestantes cada año, la mayoría de ellas a causa del aborto clandestino[1]. Consultada por estos escalofriantes datos, en el marco de las “Jornada Provincial de Actualización en Salud Sexual y Procreación Responsable”, la coordinadora Diana Galimbertti, señaló: "Es importante la Educación sexual (…) Pero si tienen educación sexual y no tienen plata y no hay un programa que les dé gratuitamente los anticonceptivos, por mucha educación que tenga van a tener dificultades”. Lo que ocultan los dichos de esta funcionaria del gobierno nacional es que, mientras seguimos sin contar con educación sexual y anticoncepción gratuita y Cristina Kirchner garantiza al Vaticano que no legalizará el derecho al aborto en Argentina, a estas “dificultades” las mujeres trabajadoras y pobres las pagan, cada año, con más de de 700.000 hospitalizaciones a causa de los abortos que, por no contar con los $4.000 pesos para pagar una clínica privada, se practican bajo terribles condiciones y en la más absoluta clandestinidad.

Durante la campaña electoral, los principales partidos no han dicho nada sobre las cientos de mujeres que mueren por aborto clandestinos. Carrió y Michetti responden al cardenal Bergoglio enemigo del aborto. Cristina ha dejado en claro que no está dispuesta a hacer nada por este derecho. Todas ellas se preparan para salvar los negocios de los empresarios con una megadevaluación que profundicen las condiciones de miseria en que viven millones de mujeres y sus familias en nuestro país.
Por el contrario, desde la Agrupación de Mujeres Pan y Rosas planteamos la separación de la Iglesia del Estado y el derecho a decidir sobre nuestras propias vidas. Por el derecho a la educación sexual, la anticoncepción gratuita y el aborto legal, seguro y gratuito, realizado en los hospitales públicos, para terminar con la muerte de más de 500 mujeres al año como consecuencia de los abortos clandestinos.


-¡Basta de violencia contra las mujeres! Libertad inmediata e incondicional a María Isabel Molina y Romina Tejerina

- Separación de la Iglesia del Estado

- Educación sexual laica y científica en todos los niveles educativos; anticoncepción gratuita en todas las salas y centros de salud y aborto legal, libre, seguro y gratuito en todos los hospitales públicos y bajo la sola decisión de la mujer
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Agrupación de Mujeres Pan y Rosas



[1] Jujuy la sigue de cerca y cuanto no la supera según las estadísticas de los Hospitales Públicos.

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