noviembre 10, 2008

LA OTRA ROMINA (nota publicada en TribunaLibre del Diario El Tribuno de Jujuy 12/11/08)

En estos días esta llegando a su fin el juicio al empresario cordobés Arturo Benavídez (62) acusado de abusar sexualmente durante casi diez años de la joven Elizabeth Díaz en la localidad serrana de San Javier. Eli, como todos la conocen en su pueblo, trabajó como empleada doméstica desde los 9 nueve años para Benavidez con el objetivo de ayudar a mantener a su numerosa familia, y desde esa temprana edad sufrió los constantes abusos de su patrón que terminaron en un embarazo ocultado por la adolescente. Eli dio a luz en la soledad de un baño en la casa donde trabajaba y más tarde sería acusada de homicidio agravado por el vínculo.La noticia nos puede sonar conocida, evidentemente las similitudes, de las penurias que tuvo que sufrir Eli, con el caso de la sanpedreña Romina Tejerina son muchas, demasiadas. Las dos, jóvenes de escasos recursos abusadas sexualmente; ocultaron su embarazo de las miradas de una sociedad que pensaron no las comprendería; parieron en la soledad de un baño, sin auxilio médico, sin ningún tipo de contención; sin siquiera saber que estaban pariendo; las dos acusadas de homicidio agravado por el vínculo, sin que se tuviera en cuenta, siquiera, la pérdida de la conciencia de sus actos, que padecieron como resultado de las terribles condiciones a las que se vieron sometidas; las dos enfrentaron un juicio y tuvieron que soportar la investigación rigurosa de sus vidas, que se lleva adelante cada vez que una mujer se atreve a decir que fue abusada; la cual tuvo, en ambos casos, la finalidad de validar o no sus testimonios. Eli fue absuelta hace dos años por un Tribunal Popular de Villa Dolores que consideró que la adolescente no fue dueña de sus actos aquel 8 de febrero de 2006.Este fallo favorable-aunque aún no definitivo-se logró gracias a la movilización de todo un pueblo, organismos de derechos humanos y partidos de izquierda que se solidarizaron con el terrible caso de esta joven cordobesa, también Romina desde la cárcel le hizo llegar una nota deseándole "lo mejor, mucha fuerza y seguí adelante". Ese mismo año miles de mujeres de todo el país nos reuníamos en Jujuy en el XXI Encuentro Nacional de Mujeres para exigir la libertad inmediata de Romina Tejerina. Es que Romina fue condenada injustamente por una justicia que incluso puso en duda su violación porque salía a bailar, tomaba alcohol y usaba minifalda, como si estas fueran razones para justificar el abuso sexual de una mujer. También se le negó el estudio de ADN al bebé, prueba clave para comprobar la paternidad de su violador, Eduardo "Pocho" Vargas, que hoy camina libre por las calles de San Pedro mientras Romina pasa sus días en la Unidad Carcelaria N° 2 de San Salvador de Jujuy esperando se cumplan sus 14 años de condena. El juicio contra el empresario se inició el pasado 27 de octubre y terminará el próximo lunes cuando el juez de la Cámara Primera del Crimen de a conocer el veredicto. Arturo Benavídez enfrenta cargos de abuso deshonesto reiterado, abuso sexual con acceso carnal y lesiones leves; la pena para este tipo de delitos es de 6 a 15 años de prisión. Escandalosamente el fiscal a cargo de la causa Novillo Corvalán sólo pidió la pena de 8 años. Por su parte, los representantes de Eli, Felipe y Leticia Celli, exigieron al Tribunal una sentencia contundente haciendo hincapié en el daño psicológico que se le hizo a la víctima:" la asimetría entre ella y su victimario: Eli una nena y el hombre su patrón y vecino; la cantidad de años y de abusos sexuales con acceso carnal reiterado con un perjuicio psíquico del que todavía no tenemos dimensiones" explicó Leticia Celli, abogada del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos(CeProDH) . Los abogados de Benavídez, Carlos Hairabedian, también representante del ex Presidente Carlos Menem en la causa de la voladura de la Fábrica Militar de Río Tercero, y Sebastián Becerra Ferrer, solicitaron la absolución del mismo al sostener que las relaciones entre el acusado y la menor fueron consentidas, alegato común entre los abusadores y coincidentemente el mismo que utilizó "Pocho" Vargas en su defensa después de ser señalado por Romina como su violador.
El caso de Eli resulta paradigmático porque en él se desnuda la cara más brutal de la opresión y explotación que sufren miles de mujeres bajo este sistema capitalista. Como señalamos, ella es una mujer joven, trabajadora y pobre, y su violador un patrón que se creyó con derecho a usar y decidir sobre su cuerpo, como si fuera una más de sus propiedades. Es que detrás de Romina y Eli se esconde la terrible situación que viven tantas mujeres en nuestro país, víctimas de la pobreza y la vulnerabilidad, que golpea en particular a niños y mujeres, castigadas por las políticas del Estado, sus instituciones y gobiernos. Así lo afirma Leticia Celli, al decir: "Esta justicia es para los ricos, las víctimas (más aún si son mujeres pobres) son las victimarias, mientras quienes debieran ser culpabilizados son beneficiados con el privilegio de la duda, no casualmente el 95% de los casos denunciados terminan sin condena!".Sabemos que nuestras reivindicaciones nunca fueron un regalo de los funcionarios o gobiernos de turno y por eso deben ser conquistadas a través de nuestra organización y movilización. Por eso las mujeres de Pan y Rosas seguiremos acompañando todas las instancias, organizadas y luchando para terminar con la impunidad de Benavidez y arrancar la absolución definitiva de Eli, a la par que seguimos exigiendo la libertad de Romina y la cárcel a su violador.




Llamamos a ser miles en las calles porque creemos que la impunidad es más abuso y violencia contra las victimas, y para exigir que no queremos una sola víctima más de la violencia contra las mujeres y terminar con la re victimización que la justicia de los ricos y poderosos, con el aval del gobierno, la Iglesia, el Estado y los partidos patronales, hacen recaer sobre nosotras.

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