noviembre 03, 2008

Nosotras, mujeres docentes

Las mujeres somos mayoría en la educación, en Argentina representamos el 85% de los/as docentes. La feminización de la docencia se legitima en sus comienzos alrededor de concebir la identidad femenina como la de “madre educadora”. Este estereotipo que se establece y que nos asigna “aptitudes educadoras innatas” incide en como se valora nuestro labor, más como un “apostolado” que como un verdadero trabajo, encima mal remunerado y con consecuencias para nuestra salud, como disfonía, problemas de visión y postura, várices, entre otras tantas enfermedades laborales que muy pocas veces son reconocidas como tales.
A pesar de ser la gran mayoría de nuestro sector la distribución de género muestra que somos mayoría en el nivel inicial y primario, y que nuestra presencia va disminuyendo en los niveles superiores y a la hora de ocupar cargos jerárquicos, incluso en nuestros mismos sindicatos, donde se deberían representar los intereses de los trabajadores y trabajadoras de la educación, también los secretarios generales y los principales dirigentes son varones.
Además somos nosotras las que luego de largas jornadas laborales (que empiezan en las escuelas y terminan en nuestras casas corrigiendo trabajos, buscando materiales didácticos, preparando actos escolares, etc .) volvemos a nuestras casas y nos encargamos de cocinar, limpiar, planchar, etc. Porque en la mayoría de los casos este pesado trabajo doméstico no remunerado, “invisible”, recae sobre nuestras espaldas. Y si somos madres, se nos hace más difícil aún, porque en las escuelas no contamos con guarderías gratuitas para dejar a nuestros hijos/as mientras estamos trabajando.
Aunque hoy mucho se hable del “siglo de las mujeres” e incluso en nuestro país contemos con una presidenta mujer, es evidente que nuestros derechos como mujeres trabajadoras aún son pisoteados. Desde la Agrupación docentes jujeñ@s de base además de impulsar un programa antiburocrático, antipatronal y antigubernamental incluimos en nuestro programa la lucha por los derechos de la mujer, que impulsamos en común con la agrupación de mujeres Pan y Rosas. Porque consideramos que es necesario que como mujeres trabajadoras no naturalicemos estas problemáticas, que comencemos a abrir el debate y que juntas alcemos nuestras voces y seamos miles para crear un movimiento imparable por nuestros derechos!!

*Acercate y pedínos el suplemento “Señorita Maestra”, impulsado por la agrupación de mujeres Pan y Rosas, donde seguimos profundizando estos temas y más sobre las problemáticas de las mujeres docentes.

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